Muralista, ilustradora y trabajadora de la cultura, nació en Tarija / Bolivia, creció en Cochabamba también en Bolivia y a los 10 años migró a Buenos Aires.
“En mis murales siempre retrato mujeres que no son los rostros, cuerpos, ni identidades hegemónicas que estamos acostumbradas a ver representadas”
El enfoque del trabajo de Mirela es hacia las mujeres e infancias migrantes “haber sido una niña migrante, hizo que viviera la violencia y xenofobia como algo cotidiano y sin tener una conciencia de lo que pasaba ni herramientas para defenderme o atravesarlo”, fueron en parte estas vivencias las que la motivaron a trabajar en muralismo, ilustración y arte con un enfoque social.
Es así como desde hace 9 años Mirela junto con el grupo Migrantas por la cultura, un proyecto creado con otras mujeres trabajadoras del sector cultural y en donde se tejen importantes redes de gestión colectiva para sus emprendimientos, viene generando espacios en los que expone el rol de las personas migrantes en el entorno cultural, así como también debate sobre la precarización que hay sobre estos quehaceres y aún más acervado en poblaciones migrantes y de mujeres.
“Nuestro trabajo como artistas culturales necesita ser valorado, respetado. Muchas veces nuestro arte, sólo se tiene en cuenta como parte de un show folclórico que no merece ser remunerado”
Mirela también imparte talleres de muralismo para adolescentes de barrios vulnerables y de familias que son en su mayoría migrantes; es también integrante de BTM Argentina (Bloque de trabajadores migrantes) quienes lideraron la creación del espacio Casita migrante Puriq Wasi en Buenos Aires, en donde hay un mural pintado por ella como un homenaje a las Cholas bolivianas cuya identidad fue negada por mucho tiempo.
La labor de Mirela y de otras migrantes como ella, es muy importante no solo por sus aportes al territorio al que llegan sino porque permite cambiar las narrativas xenófobas, destacado el rol de estas personas como agentes de cambio en la construcción de una sociedad mejor para la tierra en la que ahora habitan.
Larga vida y muchas gracias por tu labor, Mirela
Somos el pueblo latino, somos un solo corazón.